En
pleno siglo XXI tenemos una competencia feroz por las marcas en posicionarse en
la mente del consumidor, es primordial para las empresas captar el mayor número
de clientes para sus servicios, esto debido al exponencial crecimiento
económico que ha surgido con la globalización y el comercio internacional,
tenemos marcas de distintos países, compitiendo de manera intensa para
sobresalir entre tantas empresas que se están creando y con otras que ya tienen
un gran peso en el mercado, por lo tanto la publicidad visual es parte
fundamental en las estrategias de marketing para captar la mayor cantidad de
personas y esto genera una gran invasión en las ciudades de carteles, vallas
publicitarias, pendones y afiches sobre el producto o la marca en cuestión,
pues esto trae también consecuencias para la sociedad en su conjunto, a pesar
de que es una necesidad de las empresas vender y hacerse relucir en el mercado,
muchas exageran y tienden a colocar en cualquier lugar público.
Todo
esto descrito es denominado contaminación visual, que hoy en día es mucho más
numerosa e intensa debido al rápido crecimiento de las empresas, por ello hoy
en día esta sobrecarga en las ciudades de publicidad visual provoca una gran
saturación de imágenes en las personas, que percibirán todo esto y reaccionaran
en mayor o menor medida de forma negativa, y esto es porque la misma dinámica
de las ciudades induce a tener un alto grado de estrés y preocupación debido a
todo lo que se debe realizar y está comprobado que ante una sobreexposición de
imágenes saturadas con mucho color en cada esquina, perturba aun más la
conciencia de las personas lo que hacen es perjudicar la salud integral de la
persona.
También
se puede considerar contaminación visual si afecta o perjudica a la salud de
las personas o a los lugares que puedan producir un impacto ambiental. En
resumen, la contaminación visual es el usar abusivamente algunos materiales que
altera la estética del paisaje, tanto como la rural como la urbana, y crean una
excesiva estimulación visual muy simultánea, invasiva y agresiva. Estos
elementos pueden ser chimeneas, antenas, cables, carteles, postes y otro tipo
de elementos que aunque no produzcan contaminación por sí mismo sí que la
produce por la manipulación excesiva del hombre, tanto en tamaño, distribución
como orden, y es por ello por lo que se convierte en elementos
contaminantes. Todos esos elementos dichos
anteriormente actúan de manera negativa sobre el hombre y en general sobre el
medio ambiente.
Si
tenemos que destacar uno de los elementos más destacados de
este tipo de contaminación debemos decir que son las carteleras publicitarias
ya que tiene un gran impacto y hace que se origine una elevada estimulación
visual para el
ser humano en forma de información confusa y varios mensajes que acaparan toda
nuestra visión, es por ello por lo que se crean los ambientes de confusión y
caóticos que estimulan negativamente al ser humano y les produce ansiedad por
un exceso de estímulos. La contaminación visual afecta sobre todo a las
autopistas ya que este tipo de contaminación puede convertirse en el causante
de los accidentes de tráfico. Esto se da por que puede llegar a provocar
distracción o impedir que se observen bien las señales indicadoras del tráfico.
En
las ciudades con la contaminación visual se ha vuelto un gran problema porque
todas las personas ya tienen un alto nivel de preocupación y estrés y esto
genera una mayor perturbación en el cerebro, que no puede procesar tanta
información que está viendo a su alrededor, por lo cual termina la persona con
dolor de cabeza y aflicciones en su salud por la intensiva prolongación a una
gran cantidad de imágenes de distintos tamaños.
Por
ello es importante entender que no es necesario inundar toda una ciudad con
diversos afiches publicitarios sino mantener el respeto a ciertos lugares de
esparcimiento y recreación, para de esa forma no afectar a toda una ciudad.
Para eso debemos tener en cuenta que algunos lugares emblemáticos o simbólicos
y culturales tienen una preponderancia mayor y por lo tanto es de suma
importancia no llenarlos de publicidad visual sino respetar esos lugares y no
distorsionar sus objetivos.
La
contaminación visual en general es una forma de perturbar la visualización y la
estética de un paisaje, por lo cual irrumpe en el ambiente de manera nociva y
no genera ningún tipo de delicia a la
vista del ser humano, de esta forma solo tendremos una publicidad que no es
consecuente con sus objetivo sino que en todo caso dificulta el buen acceso a
lo que de verdad quiera ver la persona y en este caso las empresas no tendrían
el éxito debido a que sus vallas publicitarias no lograron su objetivo sino que
en todo caso se convirtieron en un obstáculo para el buen desenvolvimiento de
la persona.
En
cuanto a la contaminación sonora, este aspecto es fundamental sobre todo en
nuestras ciudades debido a que hoy en día se ha incrementado demasiado esto por
el auge y expansión de los centros urbanos esto sin lugar a dudas incrementa
los ruidos y actividades de alto nivel de sonido, lo que ocasiona que las
personas en los centros urbanísticos tengan muchos problemas para comunicarse y
entenderse los unos a los otros, esto sin lugar a dudas representa un gran reto
y problema, por los obstáculos que ocasiona para poder llevar un nivel de vida
adecuado y de bienestar.
En
este caso la contaminación sonora o acústica como se refiere en algunos casos
no es más que cualquier sonido que produzca molestar o que resulte
excesivo en una determinada zona. Las personas que viven en las grandes
ciudades sufren a menudo el ruido provocado por el tráfico de los coches, las
bocinas de los autobuses y el paso de los trenes. Si sumamos a esto el sonido
de los semáforos y el bullicio de los transeúntes se hace muy difícil,
disfrutar del silencio o de sonidos agradables, llegando a sufrir patologías
causadas por este malestar.
La contaminación por ruido perjudica de forma seria al
comportamiento de los individuos. La constante exposición al ruido puede
provocar: insomnio, estrés, pérdida de la audición, dolores de cabeza,
agresividad.
Ante todo esto es menester entender que nuestras ciudades
tengan planes para poder contener y cambiar esta situación de manera que sea
mucho más llevadera para todas las personas el movimiento en las ciudades, pero
para ello debemos de contar con una educación ciudadana y una formación
integral en cada ciudadano para que comprenda porque es de suma importancia que
limitamos nuestros aparatos ruidosos lo máximo posible, esto es desde nuestro
automóvil a la hora de sonar la bocina o cuando tenemos en un alto volumen la
música de nuestro carro, estas cosas pueden generar contaminación sónica y
perturbar el buen desenvolvimiento de las demás personas.
En el estado Portuguesa, específicamente en la ciudad de
Acarigua no escapamos de esta realidad que actualmente en pleno siglo XXI
afecta la mayoría de países y ciudades del mundo, por lo tanto es de suma
importancia entender esta realidad para así generar conciencia y cambiar o
concientizar sobre cómo nos perjudica la contaminación visual y sonora. Un
ejemplo interesante de la contaminación visual en la ciudad es la transitada
redoma Mamanico, en este sentido la misma presenta una gran cantidad de vallas
publicitarias una tras otra que visualmente para sobrecargar al espectador con
tantas imágenes e información que contiene, por ello y debido a que es una
redoma muy transitada por la ciudadanía, la misma se presta para que las
empresas vean en ese lugar un punto adecuado y perfecto para promocionar sus
servicios y sus marcas.
Por lo tanto debemos procurar establecer espacios de
esparcimiento en nuestras ciudades para así evitar tanto ahogamiento de
publicidad u otros objetos que puedan perjudicar nuestra salud, es de suma
importancia cambiar los parámetros por los cuales hoy en día están reñidas las
ciudades y hacerlas mucho mas sustentables con mejor calidad de vida y un
ambiente sano.
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